Oscar A. Agrada Espinoza
Cuando a Mario Bunge (2009), se le pregunta: ¿Por qué no es posible hablar de una filosofía practicada en América?, responde:” Si es posible. Lo que ocurre es que hemos tenido una mala tradición, la tradición escolástica importada de España y después los filósofos latinoamericanos que han sido deslumbrados por las filosofías europeas y últimamente también por la norteamericana. En muchos aspectos es todavía los restos de una cultura colonial”, Es decir, en filosofía todavía hay una herencia feudal-colonial, con una mixtura un pragmática-utilitarista para estos tiempos de una democracia neoliberal de “mano dura”.
Aristóteles al ser consultado que si era natural o no que unos hombres
nacieran libres y otros esclavos, el famoso filósofo, sin mayores reparos,
dictaminó que si era natural. Declaró así el Estagirita su posición de clase,
su concepción del mundo pro esclavista. En el siglo XXI, también nos dicen, muy
sueltos de huesos, que hay ciudadanos de “segunda categoría” (¿?). Aunque, para
sorpresa de los ciudadanos de “primera categoría” ya Antífones el Siglo V a.n.e., decía que por derecho natural todos
los hombres eran iguales y Herodoto, de fiera elocuencia y de avanzadas ideas
democráticas sostenía también que debía buscarse la igualdad entre los hombres.
Y Cleón fue el primero en definir como el gobierno del pueblo con el pueblo y
para el pueblo, debía regir la vida social. Sin embargo, en tiempos
contemporáneos esto del “pueblo para el pueblo” fue un discurso; porque el
pueblo siempre estuvo al margen de la “clase política”. Los políticos siempre
vivieron y amasaron fortuna por medio de actos manidos de la corrupción. Son
interesantes y reflexivas las tesis
sobre este tema, en Héctor Vargas Haya.
El cristianismo al formular la doctrina de la fraternidad estuvo por
revocar el injusto como camuflado parecer aristotélico (y lo hizo a través de
Santo Tomás de Aquino); pero no consiguió sino muy poco al provocar el tránsito
de la esclavitud a la servidumbre feudal. Convirtiéndose la Iglesia en su
soporte ideológico para defender la desigualdad de los hombres como una “ley
natural”. Eso de que en la otra vida, todos “seremos iguales” De ahí, la
filosofía de la emancipación americana, planteó ideas liberales y democráticas contra el
absolutismo y la intolerancia.
Desde la época moderna se habla de ricos y de pobres, de cultos e incultos, de desarrollados y subdesarrollados, de cholos o blanquitos. Aparentemente, se maneja distintos vocablos eufemísticos, para nombrar el mismo viejo prejuicio excluyente, como una fatalidad predestinada. Sorprende Mario Vargas Llosa (el conservador liberal), cuando afirma que "el Perú era un país de feroces contrastes, de millones de gentes pobres y de apenas un puñado de peruanos que vivian de manera confortable y decente, y de los pobres - indios, cholos y negros- eran, además de explotados, despreciados por los ricos, gran parte de los cuales eran blancos" (El pez en el agua, 1993, pp.203). Después de 1789, una tendencia de la burguesía francesa, ha de plantear también un “Manifiesto de los Iguales” con Graco Babeuf, cuestionando a los principios de la Revolución Francesa. Fue una crítica feroz a la burguesia conservadora y su "justicia" y su "igualdad" no cumplidas. De igual forma para Voltaire, lo importante era mejorar la vida humana y alcanzar la felicidad de la mayoría. En esos tiempos, la filosofía de la Ilustración irradiaba sus tesis de "justicia" y "libertad" con diferente partitura. Sin embargo, la Proclamación de la "Independencia del Perú" o la "Batalla de Ayacucho" (sin batalla y con capitulación blandengue), no habían solucionado nada.
La filosofía liberal, fue introducida al Perú
principalmente por la Sociedad Amantes del País y por otros viajeros ilustrados
que visitaron el Perú. Propició la aparición de profesores partidarios de las
disciplinas exactas y empíricas, esto ocurrió por los cambios operados en
España post feudal que ayudaron a la ampliación y afirmación del movimiento
ilustrado peruano que cobró más fuerza con la creación de academias científica,
como la Escuela de Medicina y con la publicación de revistas de cultura, entre
las que destacan el “Mercurio Peruano” y la "Abeja Republicana".
Fenelón, por su parte, en su obra:”Aventuras de Telémaco” cuya
circulación fue prohibida, plantea los nuevos principios filosóficos y
políticos, satirizando al absolutismo de Luis XIV. La labor innovadora de
Vauban y Fenelón encontró medio propicio y germinó con fuerza en Inglaterra.
Dos revoluciones contra los Estuardos, que trataron de gobernar sin la
intervención del Parlamento, institución nacional surgida varios siglos atrás y
que quisieron imponer contra la voluntad del pueblo la religión anglicana-cosa
que al final lo consiguieron- fueron los hechos que trajeron como consecuencia
el triunfo definitivo de la soberanía popular y de la limitación del poder
monárquico. Por este motivo, desde el siglo XVII habían desaparecido en
Inglaterra el absolutismo y la
intolerancia religiosa, en tanto que en ese mismo siglo, habían alcanzado en
Francia su máxima plenitud.
John Locke, en su “Ensayo Sobre el Entendimiento Humano” (1717), plantea
inéditos problemas políticos y sociales, convirtiéndose en el maestro de los
escritores franceses (buscar si el autor es inglés) principalmente de Voltaire
y de Montesquieu, quienes encontraron en Locke la fuente necesaria que les inspiró
su filosofía revolucionaria. En Francia sin embargo, fue donde cobró renovados
ímpetus el movimiento iluminista por el calor y la elocuencia de sus
apasionados escritores, con el Discurso del Método de René Descartes y la
Cartas Provinciales de Blas Pascal. Juan
Jacobo Rousseau, ginebrino movedizo y pendenciero, abogó por la reforma de la
sociedad de su tiempo, bajo los paradigmas del sistema capitalista. En “El
Contrato Social” establece el principio de que los hombres son iguales y libres
individualmente, pero que deben someterse a la comunidad o a la mayoría, cuya
voluntad debe imperar siempre sobre cada uno de los asociados. El Barón de
Montesquieu, fue el abanderado de la división de los poderes, como fórmula
eficaz para el establecimiento de un gobierno de efectiva democracia, en su
“Espíritu de las Leyes”. Voltaire, panfletario, incisivo, mordaz, azuzó la
conciencia pública, lanzándola contra el clero regalón y la religión católica.
En sus “Cartas Filosóficas” o “Carta Sobre los Ingleses”, exalta a las figuras
intelectuales del país insular. Eran tiempos, donde flameaba a tope los principios de la
democracia liberal como antídoto a los principios del absolutismo..
La Enciclopedia de 18 volúmenes, cuya primera entrega apareció el
primero de julio de 1751, en la que escribieron las más destacadas inteligencias
de aquel siglo, fue un gran fermento que impulsó la Revolución Francesa. Para
los americanos, la Enciclopedia tuvo también el mérito de haber llegado a las
manos de nuestros más destacados criollos con ideas libertarias; pero
principalmente a manos del Curaca de Tungasuca: Túpac Amaru II, que desarrolló
un movimiento nacionalista y antifeudal a fines del siglo XVIII. El siglo de
las Luces, también tuvo que ver con la obra de los Borbones; como que muchos
nobles españoles mantenían intercambio epistolar con los enciclopedistas
franceses; el Duque de Alba con Rousseau; el Marqués de Miranda con Voltaire;
el Duque de Villahermosa con Beumarchals.
Sin embargo, no siempre los iluministas tuvieron apreciaciones justas en
torno a la América dependiente. David Hume, al plantear la tesis de la
inferioridad de los habitantes del trópico;
Voltaire al hablar “indio lampiño y cobarde” continua la política
geográfica de Hume y que localiza justamente en América, cuando observa:”Cabe
hacer sobre las naciones del Nuevo Mundo una reflexión que el Padre Lafitao no
hizo, y ella es que los pueblos alejados de los trópicos siempre han sido
invencibles, y que los pueblos más cercanos a los trópicos casi todos han sido
sometidos, por monarcas”. Este sometimiento; fue, por supuesto al estilo
colonialista, a sangre y fuego. Voltaire no cree, pues, como Bufón, en la
unidad de Origen de Las Especies Humanas. “Cada continente puede producir sus
propios animales; si uno no se asombra de que haya moscas en América, es una
idiotez asombrarse de que allí haya hombres”. Para la clase dominante, los
“indios” eran una especie de animales parecidos al hombre cristiano y no debía
confiarse en ellos.
Virgilio Roel Pineda en su libro:”Los Libertadores” (1971), anota que en
junio de 1750 un cura, en completa contravención de toda ética, hizo saber al
virrey Superonda la trama de una conspiración nacionalista Inca, que le había
sido confiada en el secreto de la confesión. El relato virreinal sobre el punto
es muy explícito; dice así:” El 21 de junio del presente
año, me pidió reservada audiencia un religioso, quien me previno con misterioso
recato, pusiera particular cuidado en el resguardo de mi persona, que corría
peligro, porque se le había rebelado, bajo el sigilo de la confesión. Que se
trataba de acometer el Palacio y forzar las guardas a la medianoche,
apoderándose de las armas, y dar muerte a los ministros de Vuestra Majestad y
personas principales, y levantarse con esta Ciudad, como capital del Reino; en
que solicitaban restablecer su antiguo Imperio los indios autores de la conspiración”.
Los nativos que pasaron de un amo benigno, paternal, laborioso, a otro,
celoso, supersticioso y dilapidador, con la sangre de los Borgia, proclives al
genocidio, a pesar de sus pocos escrúpulos para mezclar su raza con otras,
fueron explotados de una manera increíble, que en nada se asemeja en ferocidad
a la ergástula romana. Los que eran enganchados para las frías minas de
Huancavelica, Pasco, Potosí, o Hualgayoc, se despedían de sus parientes y
amigos, porque sabían que iban a una muerte segura y otros que no se resignaban
a semejantes tormentos se arrojaban en las encrucijadas de los Andes, a los
abismos, para abreviar su triste destino. El pueblo fue explotado con tesón enfermizo.
Consterna observar lo que se anotó en las “Noticias Secretas de América”,
redactados por los hermanos Ulloa. Al decir de Gabriel Mistral, “Europa era
feudal todavía y no estaba madura para una conquista sin aniquilación”
Hay que recordar a Bruno Terrones que desde el púlpito predicó la guerra
a los enemigos de la Patria, alistándose luego como guerrillero tenaz, hasta
alcanzar el grado de Coronel. Hay que recordar a Pumacahua, colgado en Sicuani
y los miles y miles de héroes anónimos de las casas matas y de los presidios y
a todos los proscritos cargados de grillos, grillos que pasaban el que menos
más de una arroba. La esclavitud y la servidumbre en su forma andina
pernoctaban todavía en estas tierras.
La libertad ha preocupado a los hombres en todos los tiempos y en todos
los lugares. La libertad, hija de Júpiter y de Juno, representada por una
matrona austera, coronada de laurel, de blanca vestidura, es el derecho del
hombre bueno y honrado y que habla sin hipocresías. La falsa tesis burguesa de
que sólo los sabios y los honrados son libres. El malvado y el ignorante
siempre están en la esclavitud, esclavitud antónima de la libertad. Que el
hombre existe en un continuo soltarse de lo que es, Que el hombre es primero,
para después ser libre, sino que no existe ninguna diferencia entre el ser del
hombre y su ser-libre. Es cosa averiguada que sólo en la libertad se educa a
los hombres para la libertad.
Como decía Federico Engels, no hay libertad sin necesidad. La libertad es concreta. La libertad y la democracia pregonada por la burguesía es “su libertad”, es su “democracia”.Si nos remitimos a Hegel, la libertad parte de su idea, comenzando por el ser en si (tesis), pasando al ser para si (antítesis) y la libertad (síntesis). El ser en sí (das seien) al ser para sí (das wesen) abre paso a la libertad. Comparativamente, mientras el pueblo siga en el das sein como lo está en nuestro caso, es decir que no se da cuenta de los que es y no pasa al das wesen, o sea que no despierta y no toma conciencia de sus realidad, aún no podrá hablarse de su libertad. Hegel expresa que el hombre cuando está perdido en el tiempo vanal en el en sí, cuando vive ignorándose está en el determinismo, en el reino de la necesidad de allí cuando despierte podrá pasar al reino de la libertad. Que los campesinos no sigan retrayéndose en su caparazón, como una tortuga herida, que sean obedientes y amen la libertad. Thomas Jefferson decía que la libertad es un árbol al que se riega con la sangre de los tiranos y la sangre de los tiranos es su abono natural. Y los tiranos fueron siempre generosos con la libertad.
Pero todavía recordamos aquello de Camus
en El hombre rebelde, cuando dice: “Matar la libertad para hacer que reine la
justicia equivale a rehabilitar la noción de la gracia sin intercesión divina y
restaurar al cuerpo místico bajo las especies más bajas mediante una reacción
vertiginosa”. Y añadía el pensador francés: “La libertad absoluta escarnece a
la justicia. La justicia absoluta niega la libertad. Para ser fecundas, las dos
nociones deben encontrar su límite en la otra. Ningún hombre considera que su
situación es libre si no es al mismo tiempo justa, ni justa si no es libre”.
¿Que la libertad personal es un tanto ilusoria a la luz de la biología y el
psicoanálisis? De acuerdo. ¿Que en el estado actual de desequilibrio clasista,
con una educación farsante en la que todavía no cabe hablar plenamente de
igualdad de oportunidades, una economía en minoritarias manos y una clase
política burguesa o aburguesada, la libertad es poco más que un suspiro?
Lima Perú 2023.