viernes, 7 de abril de 2023

 

LA CRISIS FILOSÓFICA (*)



                                                        José Carlos Mariátegui

Cada civilización tiene una propia intuición del mundo, una propia filosofía, una propia actitud mental que constituye su ánima. La decadencia de una civilización está marcada por su desgaste, un degaste, un debilitamiento, una quiebra de su ideología. Las ideas peculiares de una época son un síntoma, un índice importante. Las ideas brotan de la realidad e influyen luego sobre ésta, modificándola. El idealismo de Hegel y Fichte supone al espíritu una fuerza que adquiere conciencia de sí mismo al choque con el límite que le opone la realidad. Hay ideas efímeras, son las que no representan una época; pero todas las ideas son temporales. El espíritu humano actúa sobre la realidad y es, después, influido y modificado por ésta. La metafísica tiene reacciones evidentes sobre la física social, sobre la realidad histórica. Efectos del descubrimiento copernicano. Muerte del antropocentrismo.

 Ahora bien. Actualmente se siente el desgaste de la ideología de esta civilización. No es sólo que la organización capitalista no satisface ya las nuevas direcciones y necesidades de las fuerzas productivas. Es que ha perdido su fe, su optimismo. Florecen desde algún tiempo manifestaciones filosóficas y artísticas que revelan el agotamiento de la civilización capitalista. Todas las tendencias son pesimistas, negativas, escépticas. El espíritu de la ideología contemporánea es relativista.

 La sociedad burguesa para desarrollarse y desenvolverse tuvo necesidad de una fuerza espiritual que le abriese y le inyectase fe. Esa fuerza fue la filosofía racionalista. Sin la filosofía racionalista, la burguesía no habría emprendido la abolición de las castas y de sus privilegios. Consiguientemente la burguesía no habría cumplido su misión. La Razón dio a la burguesía la potencia necesaria para vencer a la aristocracia. Armada de la Razón, la burguesía se dedicó a acumular riquezas. Pero la Razón siguió su trayectoria revolucionaria. La Razón dijo que la igualdad era incompleta si era sólo política, si no era también económica.

Como toda filosofía responde a una necesidad de la época que la genera, se inició entonces un proceso de revisión de la mentalidad racionalista. Aparecieron las ideas evolucionistas e historicistas. La humanidad tiene una trayectoria determinada. No es posible forzar su rumbo, no es posible apresurar ni retardad su marcha. Toda la mentalidad burguesa se saturó de evolucionismo y de historicismo. El intelectualismo, el racionalismo de esta época, suponía la existencia de un mundo objetivo y absoluto. La humanidad creía en la ley inflexible del progreso. El futuro no sería sino la coronación del presente. Poco a poco aparecieron esfuerzos filosóficos destinados a minar el dominio de la razón, a valorizar el mundo de la intuición, del sentimiento, de la voluntad. El mundo comenzó a dudar de la efectividad del progreso, la civilización comenzó a desconfiar de sí misma. Finalmente, apareció la corriente relativista.

 El relativismo no se reduce a la teoría de Einstein, que es ya bastante. Einstein no sino un físico. Su teoría se llama teoría de la relatividad no porque Einstein la haya concebido como una filosofía relativista sino porque Einstein ha tenido como punto de partida el principio del movimiento relativo de Galileo. El relativismo es un vasto movimiento del cual forman parte diversos fenómenos artísticos, científicos, etc. Ocurre que de repente la humanidad se ha puesto a pensar de una manera relativista. Relativista es Unamuno que sostiene la realidad de los personajes creados por la imaginación. Relativista es Pirandello que encuentra en el hombre un ser con mil fisonomías diferentes, todas ellas igualmente válidas. Relativistas son los cubistas, que niegan la imagen permanente de las cosas. Relativista es la nueva filosofía de la historia de Spengler. Relativista es la filosofía de “como si” de Hans Vaihingher. Relativista es Ortega y Gasset, no obstante, su empeño de conciliar racionalismo y relativismo. La filosofía del punto de vista es auténticamente relativista.

 Todo el pensamiento contemporáneo está saturado de duda, de negación, de relativismo. Muchos pensadores comparan esta época con la decadencia romana. La cultura burguesa, la inteligencia burguesa, sin embargo, no son capaces de percibir su tramonto con toda proposición. Anécdota del cónsul de Atenas. Los relativistas concluyen en pleno pesimismo. Ortega y Gasset hablan del alma desilusionada, del alma servil. Sólo hay una fe: la de la revolución.

(*) Esta conferencia no llegó a dictarse a juzgar por la investigación de las fuentes periodísticas. Sólo disponemos de las notas del autor. Fueron reproducidas en la revista Textual, órgano del Instituto Nacional de Cultura, en el Nro.5- 6, diciembre de 1972, publicado en homenaje a José Carlos Mariátegui.

DELIBERACIÓN: ¿Cuáles son las ideas más importantes del autor en este artículo y cómo contextualizarlo e interpretarlo, en estos tiempos de pandemia global?

UNE / Introducción a la filosofía / Oscar A. Agrada Espinoza / 

Lima. Noviembre del 2022.


miércoles, 29 de marzo de 2023

FILOSOFÍA LATINOAMERICANA Y DEPENDENCIA


                                Oscar A. Agrada Espinoza

      Cuando a Mario Bunge (2009), se le pregunta: ¿Por qué no es posible hablar de una filosofía practicada en América?, responde:” Si es posible. Lo que ocurre es que hemos tenido una mala tradición, la tradición escolástica importada de España y después los filósofos latinoamericanos que han sido deslumbrados por las filosofías europeas y últimamente también por la norteamericana. En muchos aspectos es todavía los restos de una cultura colonial”, Es decir, en filosofía todavía hay una herencia feudal-colonial, con una mixtura un pragmática-utilitarista para estos tiempos de una democracia neoliberal de “mano dura”.

   Aristóteles al ser consultado que si era natural o no que unos hombres nacieran libres y otros esclavos, el famoso filósofo, sin mayores reparos, dictaminó que si era natural. Declaró así el Estagirita su posición de clase, su concepción del mundo pro esclavista. En el siglo XXI, también nos dicen, muy sueltos de huesos, que hay ciudadanos de “segunda categoría” (¿?). Aunque, para sorpresa de los ciudadanos de “primera categoría” ya Antífones el Siglo V  a.n.e., decía que por derecho natural todos los hombres eran iguales y Herodoto, de fiera elocuencia y de avanzadas ideas democráticas sostenía también que debía buscarse la igualdad entre los hombres. Y Cleón fue el primero en definir como el gobierno del pueblo con el pueblo y para el pueblo, debía regir la vida social. Sin embargo, en tiempos contemporáneos esto del “pueblo para el pueblo” fue un discurso; porque el pueblo siempre estuvo al margen de la “clase política”. Los políticos siempre vivieron y amasaron fortuna por medio de actos manidos de la corrupción. Son interesantes y reflexivas  las tesis sobre  este tema, en Héctor Vargas Haya.

       El cristianismo al formular la doctrina de la fraternidad estuvo por revocar el injusto como camuflado parecer aristotélico (y lo hizo a través de Santo Tomás de Aquino); pero no consiguió sino muy poco al provocar el tránsito de la esclavitud a la servidumbre feudal. Convirtiéndose la Iglesia en su soporte ideológico para defender la desigualdad de los hombres como una “ley natural”. Eso de que en la otra vida, todos “seremos iguales” De ahí, la filosofía de la emancipación americana, planteó ideas  liberales y democráticas contra el absolutismo y la intolerancia.  

      Desde la época moderna se habla de ricos y de pobres, de cultos e incultos, de desarrollados y subdesarrollados, de cholos o blanquitos. Aparentemente, se maneja distintos vocablos eufemísticos, para nombrar el mismo viejo prejuicio excluyente, como una fatalidad predestinada. Sorprende Mario Vargas Llosa (el conservador liberal), cuando afirma que "el Perú era un país de feroces contrastes, de millones de gentes pobres y de apenas un puñado de peruanos que vivian de manera confortable y decente, y de los pobres - indios, cholos y negros- eran, además de explotados, despreciados por los ricos, gran parte de los cuales eran blancos" (El pez en el agua, 1993, pp.203). Después de 1789,  una tendencia de la burguesía francesa, ha de plantear también un “Manifiesto de los Iguales” con Graco Babeuf, cuestionando a los principios de la Revolución Francesa. Fue una crítica feroz a la burguesia conservadora y su "justicia" y su "igualdad" no cumplidas. De igual forma para Voltaire, lo importante era mejorar la vida humana y alcanzar la felicidad de la mayoría. En esos tiempos, la filosofía de la Ilustración irradiaba sus tesis de "justicia" y "libertad" con diferente partitura. Sin embargo, la Proclamación de la "Independencia del Perú" o la "Batalla de Ayacucho" (sin batalla y con capitulación blandengue), no habían solucionado nada.

La filosofía liberal, fue introducida al Perú principalmente por la Sociedad Amantes del País y por otros viajeros ilustrados que visitaron el Perú. Propició la aparición de profesores partidarios de las disciplinas exactas y empíricas, esto ocurrió por los cambios operados en España post feudal que ayudaron a la ampliación y afirmación del movimiento ilustrado peruano que cobró más fuerza con la creación de academias científica, como la Escuela de Medicina y con la publicación de revistas de cultura, entre las que destacan el “Mercurio Peruano” y la "Abeja Republicana".

      Fenelón, por su parte, en su obra:”Aventuras de Telémaco” cuya circulación fue prohibida, plantea los nuevos principios filosóficos y políticos, satirizando al absolutismo de Luis XIV. La labor innovadora de Vauban y Fenelón encontró medio propicio y germinó con fuerza en Inglaterra. Dos revoluciones contra los Estuardos, que trataron de gobernar sin la intervención del Parlamento, institución nacional surgida varios siglos atrás y que quisieron imponer contra la voluntad del pueblo la religión anglicana-cosa que al final lo consiguieron- fueron los hechos que trajeron como consecuencia el triunfo definitivo de la soberanía popular y de la limitación del poder monárquico. Por este motivo, desde el siglo XVII habían desaparecido en Inglaterra  el absolutismo y la intolerancia religiosa, en tanto que en ese mismo siglo, habían alcanzado en Francia su máxima plenitud.

      John Locke, en su “Ensayo Sobre el Entendimiento Humano” (1717), plantea inéditos problemas políticos y sociales, convirtiéndose en el maestro de los escritores franceses (buscar si el autor es inglés) principalmente de Voltaire y de Montesquieu, quienes encontraron en Locke la fuente necesaria que les inspiró su filosofía revolucionaria. En Francia sin embargo, fue donde cobró renovados ímpetus el movimiento iluminista por el calor y la elocuencia de sus apasionados escritores, con el Discurso del Método de René Descartes y la Cartas Provinciales de Blas Pascal.  Juan Jacobo Rousseau, ginebrino movedizo y pendenciero, abogó por la reforma de la sociedad de su tiempo, bajo los paradigmas del sistema capitalista. En “El Contrato Social” establece el principio de que los hombres son iguales y libres individualmente, pero que deben someterse a la comunidad o a la mayoría, cuya voluntad debe imperar siempre sobre cada uno de los asociados. El Barón de Montesquieu, fue el abanderado de la división de los poderes, como fórmula eficaz para el establecimiento de un gobierno de efectiva democracia, en su “Espíritu de las Leyes”. Voltaire, panfletario, incisivo, mordaz, azuzó la conciencia pública, lanzándola contra el clero regalón y la religión católica. En sus “Cartas Filosóficas” o “Carta Sobre los Ingleses”, exalta a las figuras intelectuales del país insular. Eran tiempos, donde flameaba a tope los principios de la democracia liberal como antídoto a los principios del absolutismo..

      La Enciclopedia de 18 volúmenes, cuya primera entrega apareció el primero de julio de 1751, en la que escribieron las más destacadas inteligencias de aquel siglo, fue un gran fermento que impulsó la Revolución Francesa. Para los americanos, la Enciclopedia tuvo también el mérito de haber llegado a las manos de nuestros más destacados criollos con ideas libertarias; pero principalmente a manos del Curaca de Tungasuca: Túpac Amaru II, que desarrolló un movimiento nacionalista y antifeudal a fines del siglo XVIII. El siglo de las Luces, también tuvo que ver con la obra de los Borbones; como que muchos nobles españoles mantenían intercambio epistolar con los enciclopedistas franceses; el Duque de Alba con Rousseau; el Marqués de Miranda con Voltaire; el Duque de Villahermosa con Beumarchals.

     Sin embargo, no siempre los iluministas tuvieron apreciaciones justas en torno a la América dependiente. David Hume, al plantear la tesis de la inferioridad de los habitantes del trópico;  Voltaire al hablar “indio lampiño y cobarde” continua la política geográfica de Hume y que localiza justamente en América, cuando observa:”Cabe hacer sobre las naciones del Nuevo Mundo una reflexión que el Padre Lafitao no hizo, y ella es que los pueblos alejados de los trópicos siempre han sido invencibles, y que los pueblos más cercanos a los trópicos casi todos han sido sometidos, por monarcas”. Este sometimiento; fue, por supuesto al estilo colonialista, a sangre y fuego. Voltaire no cree, pues, como Bufón, en la unidad de Origen de Las Especies Humanas. “Cada continente puede producir sus propios animales; si uno no se asombra de que haya moscas en América, es una idiotez asombrarse de que allí haya hombres”. Para la clase dominante, los “indios” eran una especie de animales parecidos al hombre cristiano y no debía confiarse en ellos.

    Virgilio Roel Pineda en su libro:”Los Libertadores” (1971), anota que en junio de 1750 un cura, en completa contravención de toda ética, hizo saber al virrey Superonda la trama de una conspiración nacionalista Inca, que le había sido confiada en el secreto de la confesión. El relato virreinal sobre el punto es muy explícito; dice así:” El 21 de junio del presente año, me pidió reservada audiencia un religioso, quien me previno con misterioso recato, pusiera particular cuidado en el resguardo de mi persona, que corría peligro, porque se le había rebelado, bajo el sigilo de la confesión. Que se trataba de acometer el Palacio y forzar las guardas a la medianoche, apoderándose de las armas, y dar muerte a los ministros de Vuestra Majestad y personas principales, y levantarse con esta Ciudad, como capital del Reino; en que solicitaban restablecer su antiguo Imperio los indios  autores de la conspiración”. 

     Los nativos que pasaron de un amo benigno, paternal, laborioso, a otro, celoso, supersticioso y dilapidador, con la sangre de los Borgia, proclives al genocidio, a pesar de sus pocos escrúpulos para mezclar su raza con otras, fueron explotados de una manera increíble, que en nada se asemeja en ferocidad a la ergástula romana. Los que eran enganchados para las frías minas de Huancavelica, Pasco, Potosí, o Hualgayoc, se despedían de sus parientes y amigos, porque sabían que iban a una muerte segura y otros que no se resignaban a semejantes tormentos se arrojaban en las encrucijadas de los Andes, a los abismos, para abreviar su triste destino. El pueblo fue explotado con tesón enfermizo. Consterna observar lo que se anotó en las “Noticias Secretas de América”, redactados por los hermanos Ulloa. Al decir de Gabriel Mistral, “Europa era feudal todavía y no estaba madura para una conquista sin aniquilación”   

     Hay que recordar a Bruno Terrones que desde el púlpito predicó la guerra a los enemigos de la Patria, alistándose luego como guerrillero tenaz, hasta alcanzar el grado de Coronel. Hay que recordar a Pumacahua, colgado en Sicuani y los miles y miles de héroes anónimos de las casas matas y de los presidios y a todos los proscritos cargados de grillos, grillos que pasaban el que menos más de una arroba. La esclavitud y la servidumbre en su forma andina pernoctaban todavía en estas tierras.

     La libertad ha preocupado a los hombres en todos los tiempos y en todos los lugares. La libertad, hija de Júpiter y de Juno, representada por una matrona austera, coronada de laurel, de blanca vestidura, es el derecho del hombre bueno y honrado y que habla sin hipocresías. La falsa tesis burguesa de que sólo los sabios y los honrados son libres. El malvado y el ignorante siempre están en la esclavitud, esclavitud antónima de la libertad. Que el hombre existe en un continuo soltarse de lo que es, Que el hombre es primero, para después ser libre, sino que no existe ninguna diferencia entre el ser del hombre y su ser-libre. Es cosa averiguada que sólo en la libertad se educa a los hombres para la libertad.

Como decía Federico Engels, no hay libertad sin necesidad. La libertad es concreta. La libertad y la democracia  pregonada por la burguesía es “su libertad”, es su “democracia”.Si nos remitimos a Hegel, la libertad parte de su idea, comenzando por el ser en si (tesis), pasando al ser para si (antítesis) y la libertad (síntesis). El ser en sí (das seien) al ser para sí (das wesen) abre paso a la libertad.  Comparativamente, mientras el pueblo siga en el das sein como lo está en nuestro caso, es decir que no se da cuenta de los que es y no pasa al das wesen, o sea que no despierta y no toma conciencia de sus realidad, aún no podrá hablarse de su libertad. Hegel expresa que el hombre cuando está perdido en el tiempo vanal en el en sí, cuando vive ignorándose está en el determinismo, en el reino de la necesidad de allí cuando despierte podrá pasar al reino de la libertad. Que los campesinos no sigan retrayéndose    en su caparazón, como una tortuga herida, que sean obedientes y amen la libertad. Thomas Jefferson decía que la libertad es un árbol al que se riega con la sangre de los tiranos y la sangre de los tiranos es su abono natural. Y los tiranos fueron siempre generosos con la libertad.     

Pero todavía recordamos aquello de Camus en El hombre rebelde, cuando dice: “Matar la libertad para hacer que reine la justicia equivale a rehabilitar la noción de la gracia sin intercesión divina y restaurar al cuerpo místico bajo las especies más bajas mediante una reacción vertiginosa”. Y añadía el pensador francés: “La libertad absoluta escarnece a la justicia. La justicia absoluta niega la libertad. Para ser fecundas, las dos nociones deben encontrar su límite en la otra. Ningún hombre considera que su situación es libre si no es al mismo tiempo justa, ni justa si no es libre”. ¿Que la libertad personal es un tanto ilusoria a la luz de la biología y el psicoanálisis? De acuerdo. ¿Que en el estado actual de desequilibrio clasista, con una educación farsante en la que todavía no cabe hablar plenamente de igualdad de oportunidades, una economía en minoritarias manos y una clase política burguesa o aburguesada, la libertad es poco más que un suspiro? 

Lima Perú 2023.