viernes, 7 de abril de 2023

 

LA CRISIS FILOSÓFICA (*)



                                                        José Carlos Mariátegui

Cada civilización tiene una propia intuición del mundo, una propia filosofía, una propia actitud mental que constituye su ánima. La decadencia de una civilización está marcada por su desgaste, un degaste, un debilitamiento, una quiebra de su ideología. Las ideas peculiares de una época son un síntoma, un índice importante. Las ideas brotan de la realidad e influyen luego sobre ésta, modificándola. El idealismo de Hegel y Fichte supone al espíritu una fuerza que adquiere conciencia de sí mismo al choque con el límite que le opone la realidad. Hay ideas efímeras, son las que no representan una época; pero todas las ideas son temporales. El espíritu humano actúa sobre la realidad y es, después, influido y modificado por ésta. La metafísica tiene reacciones evidentes sobre la física social, sobre la realidad histórica. Efectos del descubrimiento copernicano. Muerte del antropocentrismo.

 Ahora bien. Actualmente se siente el desgaste de la ideología de esta civilización. No es sólo que la organización capitalista no satisface ya las nuevas direcciones y necesidades de las fuerzas productivas. Es que ha perdido su fe, su optimismo. Florecen desde algún tiempo manifestaciones filosóficas y artísticas que revelan el agotamiento de la civilización capitalista. Todas las tendencias son pesimistas, negativas, escépticas. El espíritu de la ideología contemporánea es relativista.

 La sociedad burguesa para desarrollarse y desenvolverse tuvo necesidad de una fuerza espiritual que le abriese y le inyectase fe. Esa fuerza fue la filosofía racionalista. Sin la filosofía racionalista, la burguesía no habría emprendido la abolición de las castas y de sus privilegios. Consiguientemente la burguesía no habría cumplido su misión. La Razón dio a la burguesía la potencia necesaria para vencer a la aristocracia. Armada de la Razón, la burguesía se dedicó a acumular riquezas. Pero la Razón siguió su trayectoria revolucionaria. La Razón dijo que la igualdad era incompleta si era sólo política, si no era también económica.

Como toda filosofía responde a una necesidad de la época que la genera, se inició entonces un proceso de revisión de la mentalidad racionalista. Aparecieron las ideas evolucionistas e historicistas. La humanidad tiene una trayectoria determinada. No es posible forzar su rumbo, no es posible apresurar ni retardad su marcha. Toda la mentalidad burguesa se saturó de evolucionismo y de historicismo. El intelectualismo, el racionalismo de esta época, suponía la existencia de un mundo objetivo y absoluto. La humanidad creía en la ley inflexible del progreso. El futuro no sería sino la coronación del presente. Poco a poco aparecieron esfuerzos filosóficos destinados a minar el dominio de la razón, a valorizar el mundo de la intuición, del sentimiento, de la voluntad. El mundo comenzó a dudar de la efectividad del progreso, la civilización comenzó a desconfiar de sí misma. Finalmente, apareció la corriente relativista.

 El relativismo no se reduce a la teoría de Einstein, que es ya bastante. Einstein no sino un físico. Su teoría se llama teoría de la relatividad no porque Einstein la haya concebido como una filosofía relativista sino porque Einstein ha tenido como punto de partida el principio del movimiento relativo de Galileo. El relativismo es un vasto movimiento del cual forman parte diversos fenómenos artísticos, científicos, etc. Ocurre que de repente la humanidad se ha puesto a pensar de una manera relativista. Relativista es Unamuno que sostiene la realidad de los personajes creados por la imaginación. Relativista es Pirandello que encuentra en el hombre un ser con mil fisonomías diferentes, todas ellas igualmente válidas. Relativistas son los cubistas, que niegan la imagen permanente de las cosas. Relativista es la nueva filosofía de la historia de Spengler. Relativista es la filosofía de “como si” de Hans Vaihingher. Relativista es Ortega y Gasset, no obstante, su empeño de conciliar racionalismo y relativismo. La filosofía del punto de vista es auténticamente relativista.

 Todo el pensamiento contemporáneo está saturado de duda, de negación, de relativismo. Muchos pensadores comparan esta época con la decadencia romana. La cultura burguesa, la inteligencia burguesa, sin embargo, no son capaces de percibir su tramonto con toda proposición. Anécdota del cónsul de Atenas. Los relativistas concluyen en pleno pesimismo. Ortega y Gasset hablan del alma desilusionada, del alma servil. Sólo hay una fe: la de la revolución.

(*) Esta conferencia no llegó a dictarse a juzgar por la investigación de las fuentes periodísticas. Sólo disponemos de las notas del autor. Fueron reproducidas en la revista Textual, órgano del Instituto Nacional de Cultura, en el Nro.5- 6, diciembre de 1972, publicado en homenaje a José Carlos Mariátegui.

DELIBERACIÓN: ¿Cuáles son las ideas más importantes del autor en este artículo y cómo contextualizarlo e interpretarlo, en estos tiempos de pandemia global?

UNE / Introducción a la filosofía / Oscar A. Agrada Espinoza / 

Lima. Noviembre del 2022.


miércoles, 29 de marzo de 2023

FILOSOFÍA LATINOAMERICANA Y DEPENDENCIA


                                Oscar A. Agrada Espinoza

      Cuando a Mario Bunge (2009), se le pregunta: ¿Por qué no es posible hablar de una filosofía practicada en América?, responde:” Si es posible. Lo que ocurre es que hemos tenido una mala tradición, la tradición escolástica importada de España y después los filósofos latinoamericanos que han sido deslumbrados por las filosofías europeas y últimamente también por la norteamericana. En muchos aspectos es todavía los restos de una cultura colonial”, Es decir, en filosofía todavía hay una herencia feudal-colonial, con una mixtura un pragmática-utilitarista para estos tiempos de una democracia neoliberal de “mano dura”.

   Aristóteles al ser consultado que si era natural o no que unos hombres nacieran libres y otros esclavos, el famoso filósofo, sin mayores reparos, dictaminó que si era natural. Declaró así el Estagirita su posición de clase, su concepción del mundo pro esclavista. En el siglo XXI, también nos dicen, muy sueltos de huesos, que hay ciudadanos de “segunda categoría” (¿?). Aunque, para sorpresa de los ciudadanos de “primera categoría” ya Antífones el Siglo V  a.n.e., decía que por derecho natural todos los hombres eran iguales y Herodoto, de fiera elocuencia y de avanzadas ideas democráticas sostenía también que debía buscarse la igualdad entre los hombres. Y Cleón fue el primero en definir como el gobierno del pueblo con el pueblo y para el pueblo, debía regir la vida social. Sin embargo, en tiempos contemporáneos esto del “pueblo para el pueblo” fue un discurso; porque el pueblo siempre estuvo al margen de la “clase política”. Los políticos siempre vivieron y amasaron fortuna por medio de actos manidos de la corrupción. Son interesantes y reflexivas  las tesis sobre  este tema, en Héctor Vargas Haya.

       El cristianismo al formular la doctrina de la fraternidad estuvo por revocar el injusto como camuflado parecer aristotélico (y lo hizo a través de Santo Tomás de Aquino); pero no consiguió sino muy poco al provocar el tránsito de la esclavitud a la servidumbre feudal. Convirtiéndose la Iglesia en su soporte ideológico para defender la desigualdad de los hombres como una “ley natural”. Eso de que en la otra vida, todos “seremos iguales” De ahí, la filosofía de la emancipación americana, planteó ideas  liberales y democráticas contra el absolutismo y la intolerancia.  

      Desde la época moderna se habla de ricos y de pobres, de cultos e incultos, de desarrollados y subdesarrollados, de cholos o blanquitos. Aparentemente, se maneja distintos vocablos eufemísticos, para nombrar el mismo viejo prejuicio excluyente, como una fatalidad predestinada. Sorprende Mario Vargas Llosa (el conservador liberal), cuando afirma que "el Perú era un país de feroces contrastes, de millones de gentes pobres y de apenas un puñado de peruanos que vivian de manera confortable y decente, y de los pobres - indios, cholos y negros- eran, además de explotados, despreciados por los ricos, gran parte de los cuales eran blancos" (El pez en el agua, 1993, pp.203). Después de 1789,  una tendencia de la burguesía francesa, ha de plantear también un “Manifiesto de los Iguales” con Graco Babeuf, cuestionando a los principios de la Revolución Francesa. Fue una crítica feroz a la burguesia conservadora y su "justicia" y su "igualdad" no cumplidas. De igual forma para Voltaire, lo importante era mejorar la vida humana y alcanzar la felicidad de la mayoría. En esos tiempos, la filosofía de la Ilustración irradiaba sus tesis de "justicia" y "libertad" con diferente partitura. Sin embargo, la Proclamación de la "Independencia del Perú" o la "Batalla de Ayacucho" (sin batalla y con capitulación blandengue), no habían solucionado nada.

La filosofía liberal, fue introducida al Perú principalmente por la Sociedad Amantes del País y por otros viajeros ilustrados que visitaron el Perú. Propició la aparición de profesores partidarios de las disciplinas exactas y empíricas, esto ocurrió por los cambios operados en España post feudal que ayudaron a la ampliación y afirmación del movimiento ilustrado peruano que cobró más fuerza con la creación de academias científica, como la Escuela de Medicina y con la publicación de revistas de cultura, entre las que destacan el “Mercurio Peruano” y la "Abeja Republicana".

      Fenelón, por su parte, en su obra:”Aventuras de Telémaco” cuya circulación fue prohibida, plantea los nuevos principios filosóficos y políticos, satirizando al absolutismo de Luis XIV. La labor innovadora de Vauban y Fenelón encontró medio propicio y germinó con fuerza en Inglaterra. Dos revoluciones contra los Estuardos, que trataron de gobernar sin la intervención del Parlamento, institución nacional surgida varios siglos atrás y que quisieron imponer contra la voluntad del pueblo la religión anglicana-cosa que al final lo consiguieron- fueron los hechos que trajeron como consecuencia el triunfo definitivo de la soberanía popular y de la limitación del poder monárquico. Por este motivo, desde el siglo XVII habían desaparecido en Inglaterra  el absolutismo y la intolerancia religiosa, en tanto que en ese mismo siglo, habían alcanzado en Francia su máxima plenitud.

      John Locke, en su “Ensayo Sobre el Entendimiento Humano” (1717), plantea inéditos problemas políticos y sociales, convirtiéndose en el maestro de los escritores franceses (buscar si el autor es inglés) principalmente de Voltaire y de Montesquieu, quienes encontraron en Locke la fuente necesaria que les inspiró su filosofía revolucionaria. En Francia sin embargo, fue donde cobró renovados ímpetus el movimiento iluminista por el calor y la elocuencia de sus apasionados escritores, con el Discurso del Método de René Descartes y la Cartas Provinciales de Blas Pascal.  Juan Jacobo Rousseau, ginebrino movedizo y pendenciero, abogó por la reforma de la sociedad de su tiempo, bajo los paradigmas del sistema capitalista. En “El Contrato Social” establece el principio de que los hombres son iguales y libres individualmente, pero que deben someterse a la comunidad o a la mayoría, cuya voluntad debe imperar siempre sobre cada uno de los asociados. El Barón de Montesquieu, fue el abanderado de la división de los poderes, como fórmula eficaz para el establecimiento de un gobierno de efectiva democracia, en su “Espíritu de las Leyes”. Voltaire, panfletario, incisivo, mordaz, azuzó la conciencia pública, lanzándola contra el clero regalón y la religión católica. En sus “Cartas Filosóficas” o “Carta Sobre los Ingleses”, exalta a las figuras intelectuales del país insular. Eran tiempos, donde flameaba a tope los principios de la democracia liberal como antídoto a los principios del absolutismo..

      La Enciclopedia de 18 volúmenes, cuya primera entrega apareció el primero de julio de 1751, en la que escribieron las más destacadas inteligencias de aquel siglo, fue un gran fermento que impulsó la Revolución Francesa. Para los americanos, la Enciclopedia tuvo también el mérito de haber llegado a las manos de nuestros más destacados criollos con ideas libertarias; pero principalmente a manos del Curaca de Tungasuca: Túpac Amaru II, que desarrolló un movimiento nacionalista y antifeudal a fines del siglo XVIII. El siglo de las Luces, también tuvo que ver con la obra de los Borbones; como que muchos nobles españoles mantenían intercambio epistolar con los enciclopedistas franceses; el Duque de Alba con Rousseau; el Marqués de Miranda con Voltaire; el Duque de Villahermosa con Beumarchals.

     Sin embargo, no siempre los iluministas tuvieron apreciaciones justas en torno a la América dependiente. David Hume, al plantear la tesis de la inferioridad de los habitantes del trópico;  Voltaire al hablar “indio lampiño y cobarde” continua la política geográfica de Hume y que localiza justamente en América, cuando observa:”Cabe hacer sobre las naciones del Nuevo Mundo una reflexión que el Padre Lafitao no hizo, y ella es que los pueblos alejados de los trópicos siempre han sido invencibles, y que los pueblos más cercanos a los trópicos casi todos han sido sometidos, por monarcas”. Este sometimiento; fue, por supuesto al estilo colonialista, a sangre y fuego. Voltaire no cree, pues, como Bufón, en la unidad de Origen de Las Especies Humanas. “Cada continente puede producir sus propios animales; si uno no se asombra de que haya moscas en América, es una idiotez asombrarse de que allí haya hombres”. Para la clase dominante, los “indios” eran una especie de animales parecidos al hombre cristiano y no debía confiarse en ellos.

    Virgilio Roel Pineda en su libro:”Los Libertadores” (1971), anota que en junio de 1750 un cura, en completa contravención de toda ética, hizo saber al virrey Superonda la trama de una conspiración nacionalista Inca, que le había sido confiada en el secreto de la confesión. El relato virreinal sobre el punto es muy explícito; dice así:” El 21 de junio del presente año, me pidió reservada audiencia un religioso, quien me previno con misterioso recato, pusiera particular cuidado en el resguardo de mi persona, que corría peligro, porque se le había rebelado, bajo el sigilo de la confesión. Que se trataba de acometer el Palacio y forzar las guardas a la medianoche, apoderándose de las armas, y dar muerte a los ministros de Vuestra Majestad y personas principales, y levantarse con esta Ciudad, como capital del Reino; en que solicitaban restablecer su antiguo Imperio los indios  autores de la conspiración”. 

     Los nativos que pasaron de un amo benigno, paternal, laborioso, a otro, celoso, supersticioso y dilapidador, con la sangre de los Borgia, proclives al genocidio, a pesar de sus pocos escrúpulos para mezclar su raza con otras, fueron explotados de una manera increíble, que en nada se asemeja en ferocidad a la ergástula romana. Los que eran enganchados para las frías minas de Huancavelica, Pasco, Potosí, o Hualgayoc, se despedían de sus parientes y amigos, porque sabían que iban a una muerte segura y otros que no se resignaban a semejantes tormentos se arrojaban en las encrucijadas de los Andes, a los abismos, para abreviar su triste destino. El pueblo fue explotado con tesón enfermizo. Consterna observar lo que se anotó en las “Noticias Secretas de América”, redactados por los hermanos Ulloa. Al decir de Gabriel Mistral, “Europa era feudal todavía y no estaba madura para una conquista sin aniquilación”   

     Hay que recordar a Bruno Terrones que desde el púlpito predicó la guerra a los enemigos de la Patria, alistándose luego como guerrillero tenaz, hasta alcanzar el grado de Coronel. Hay que recordar a Pumacahua, colgado en Sicuani y los miles y miles de héroes anónimos de las casas matas y de los presidios y a todos los proscritos cargados de grillos, grillos que pasaban el que menos más de una arroba. La esclavitud y la servidumbre en su forma andina pernoctaban todavía en estas tierras.

     La libertad ha preocupado a los hombres en todos los tiempos y en todos los lugares. La libertad, hija de Júpiter y de Juno, representada por una matrona austera, coronada de laurel, de blanca vestidura, es el derecho del hombre bueno y honrado y que habla sin hipocresías. La falsa tesis burguesa de que sólo los sabios y los honrados son libres. El malvado y el ignorante siempre están en la esclavitud, esclavitud antónima de la libertad. Que el hombre existe en un continuo soltarse de lo que es, Que el hombre es primero, para después ser libre, sino que no existe ninguna diferencia entre el ser del hombre y su ser-libre. Es cosa averiguada que sólo en la libertad se educa a los hombres para la libertad.

Como decía Federico Engels, no hay libertad sin necesidad. La libertad es concreta. La libertad y la democracia  pregonada por la burguesía es “su libertad”, es su “democracia”.Si nos remitimos a Hegel, la libertad parte de su idea, comenzando por el ser en si (tesis), pasando al ser para si (antítesis) y la libertad (síntesis). El ser en sí (das seien) al ser para sí (das wesen) abre paso a la libertad.  Comparativamente, mientras el pueblo siga en el das sein como lo está en nuestro caso, es decir que no se da cuenta de los que es y no pasa al das wesen, o sea que no despierta y no toma conciencia de sus realidad, aún no podrá hablarse de su libertad. Hegel expresa que el hombre cuando está perdido en el tiempo vanal en el en sí, cuando vive ignorándose está en el determinismo, en el reino de la necesidad de allí cuando despierte podrá pasar al reino de la libertad. Que los campesinos no sigan retrayéndose    en su caparazón, como una tortuga herida, que sean obedientes y amen la libertad. Thomas Jefferson decía que la libertad es un árbol al que se riega con la sangre de los tiranos y la sangre de los tiranos es su abono natural. Y los tiranos fueron siempre generosos con la libertad.     

Pero todavía recordamos aquello de Camus en El hombre rebelde, cuando dice: “Matar la libertad para hacer que reine la justicia equivale a rehabilitar la noción de la gracia sin intercesión divina y restaurar al cuerpo místico bajo las especies más bajas mediante una reacción vertiginosa”. Y añadía el pensador francés: “La libertad absoluta escarnece a la justicia. La justicia absoluta niega la libertad. Para ser fecundas, las dos nociones deben encontrar su límite en la otra. Ningún hombre considera que su situación es libre si no es al mismo tiempo justa, ni justa si no es libre”. ¿Que la libertad personal es un tanto ilusoria a la luz de la biología y el psicoanálisis? De acuerdo. ¿Que en el estado actual de desequilibrio clasista, con una educación farsante en la que todavía no cabe hablar plenamente de igualdad de oportunidades, una economía en minoritarias manos y una clase política burguesa o aburguesada, la libertad es poco más que un suspiro? 

Lima Perú 2023.


sábado, 1 de junio de 2019


TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

                                                Oscar A. Agrada Espinoza 

El conocimiento, en cualquiera de sus formas y contenidos, no conoce ataduras, ni miedos, ni esclavitudes. De allí su importancia en la evolución de las sociedades. El conocimiento es el acto consciente e intencional para aprehender las cualidades del objeto y primariamente es referido al sujeto. Su desarrollo ha ido acorde con la evolución del pensamiento humano. Como diría Foucault, el conocimiento es lo que va más allá de la apariencia, aquello que, en su maldad, la destruye, la somete al tormento, le arranca sus secretos. Un conocimiento que se mantuviera en el nivel de lo que se da como apariencia no sería conocimiento. En la actualidad, el conocimiento esto es reconocido como un gran desafío, al punto de calificar de forma justificada a las sociedades que emergen actualmente y logran mayores niveles de desarrollo intelectual.

   Asimismo, el conocimiento siempre será perspectivo, inacabado, jamás se cerrará sobre sí mismo, nunca será adecuado a su objeto, y. siempre estará separado de una cosa en sí; y tampoco en el sentido de Kant cuando dice que el conocimiento es limitado. El conocimiento humano depende principalmente de la actividad de producción material. Conocer es emitir juicios sobre una realidad, decir que se conoce algo es para poder superar la razón teórica. Hablar sobre algo, para buscar el cambio es la razón práctica.

 Nociones de teoría del conocimiento las encontramos ya desde las sociedades más antiguas. Sin embargo, el camino recorrido por el hombre en busca del conocimiento es vasto y marcha desde las primigenias ideas de la filosofía oriental, las presocráticas y post socráticas lejanas de objetos concretos, de carácter mágico realista y donde el conocimiento es simplemente la imagen de objetos externos y sus relaciones hasta la concepción dialéctica del conocimiento. Concepciones en las que los grupos humanos o clases sociales fabrican a pulso el conocimiento como proceso y praxis; es este afán de conocer lo que le ha permitido al homo, ser la especie exitosa o fatal de la cultura humana. Cada cambio en ese largo camino le conduce al individuo a diferentes formas de concebir su realidad.

 La auténtica tarea del conocimiento humano consiste en solucionar los problemas de la vida. El conocimiento, es un reflejo del mundo en la conciencia del hombre, inseparable de la praxis en el proceso del conocimiento. Gracias a la cual un sujeto descubre y formula la verdad sobre un objeto.

 Siempre, en la historia del conocimiento humano, las “personas educadas” sabían lo suficiente como para hablar y escribir sobre muchas cosas, lo suficiente como para entender muchas cosas, justificar o defender un statu quo, pero no sabían lo bastante como para hacer alguna cosa fundamental al margen de su egoísmo, su individualismo u ocultar una infamia mediática. No obstante, en la “sociedad del conocimiento”, la alta especialización en diversos campos científicos nos ha dado un enorme potencial en cuanto a organización sistemática de cada disciplina de estudio y resultado como los “materiales inteligentes” en la rama de la medicina. Por tanto, en las próximas décadas del presente siglo se necesitará que esos conocimientos especializados se conviertan en una metodología potencial en rendimiento productivo. De otro modo, la mayor parte del conocimiento disponible que no se convierte en productivo, seguirá siendo solamente información soterrada; la idea básica es unir la teoría con la práctica para el cambio. Esa es la visión dialéctica de la teoría del conocimiento. Por eso, gracias a los hallazgos de los científicos en el campo de la nanotecnología, la vida cotidiana del hombre y la mujer del futuro podría llegar a ser más fácil y confortables. Así, con el uso del electrocromismo, las persianas o cortinas ya no serán necesarias para oscurecer una habitación: bastará con pulsar un botón para que una ventana se oscurezca.  

 El aprender a conectar la información con la producción en la misma práctica cotidiana es clave. El árbol del saber es vasto e infinito. Es cierto que la concepción del mundo en la era “posmoderna”, debe servirnos como perspectiva para saber lo que esperamos de la “sociedad del futuro”, Precisamente, el estudio de la teoría del conocimiento se refiere a la verdad, es decir, al conocimiento mismo o sea a la relación entre el contenido del pensamiento y los sujetos a los que él se refiere en la vida cotidiana. En nuestra conducta habitual estamos en el mundo virtual, en el trato con las cosas y con las demás personas. En la actitud teórica detenemos nuestra acción y nos situamos frente al mundo para conocerlo, transformarlo. Así, todo hace pensar que la Tierra va en camino de transformarse en un desierto superpoblado bajo los fuegos del calentamiento global. No es casual que en una de las de las últimas Cumbres Ecológicas se hayan previsto guerras neocoloniales, para la obtención de agua potable. Hay necesidades, en la “Aldea Global” un niño muere de hambre cada dos segundos. Son tiempos en que el hombre y su poder sólo parecen capaces de reincidir en el mal o en el error como la devastación nuclear futura que debe impedirse. El conocimiento de los que dirigen el Imperio global es maligna y egoísta con los países y pueblos del Tercer Mundo. La inclinación es complacerlos y las consecuencias no son lo esperados, Pero, puede no terminar aquí nuestro conocer y colocarse en actitud de estudiar el conocimiento mismo en su razón dialéctica. Es algo así, como una potenciación revolucionaria de la actitud teórica ligada a la práctica social.

 En este camino, siempre será una aventura adentrarse por la ventana del conocimiento, tan valioso para conocer la realidad. Ello implica construir un conocimiento que sirva a la conformación de una conciencia activa, que sea capaz de incluir una multiplicidad de realidades contradictorias y destacar los dinamismos constituyentes de las situaciones (o apariencias), más que la verdad mediática fabricada. En ese sentido, el conocimiento de la situación plantea que dejemos atrás nuestra docilidad y tratar de mirar y conocer reflexivamente la realidad. En definitiva, la filosofía mediante sus innovadoras preguntas se traslada a los ámbitos de aplicación que la sociedad reclama para mostrar cómo se puede crecer con equidad y justicia, como se puede inspirar el desarrollo del conocimiento basado en un progreso sostenible para ayudar a crear sociedades democráticas diferentes y ciudadanos con valores significativos 

 

Libro, edición diciembre del 2018. Publicado en mayo del 2019 / 178 páginas.


sábado, 16 de mayo de 2015

LA MORAL INCA

  Estamos viviendo una época caracterizada por el relajamiento de los valores tradicionales y la ausencia de los valores de reemplazo. Hay un vacío moral en el hombre "posmoderno" y sus instituciones. La escuela sigue fracasando en sus métodos y contenidos, ya muchos no creen en los valores que le dieron sustento. Desde la insistencia en una ètica del esfuerzo, a los modos de enriquecimiento sugeridos por las series y los "reality-shows" alienantes. Como decía Nietzsche: “Los moralistas empiezan a actuar cuando la moralidad toca a su fin” y el ladròn grita, agarren al ladròn. El descalabro moral está rematando la destrucción del hombre. Cada vez menos personas creen en la palabra. En lo posmoderno no hay lenguaje de sinceridad. Para Juan Abugattas:"El Perú, para decirlo màs crudamente, es un país de "pendejos". Hay una "moral" interesada y una "moral" de conveniencia pragmàtica. 
  Esa moral interesada, se inicia cuando el hombre forma sociedades clasistas o diferenciadas, Abandona su naturaleza puramente animal y comienza a sentirse miembro de una comunidad. Es entonces cuando se ve impelido a crear reglas y normas de comportamiento que le permitan regular sus relaciones con los demás miembros de la comunidad. Muy severas desde la aparición de las sociedades clasistas como Egipto, Mesopotamìa, etc.
   En el Imperio Incaico se pudo fortalecer las normas Morales y las leyes gracias a las cuales el pueblo mantuvo su disciplina social, eso fue a través de la Educación No Formalizada que era la educación que se practicaba en las familias y ayllus entre padres, hijos y vecinos, que era de trabajo, honradez y cordialidad.
  Los Incas toleraron que siguieran vigentes algunas normas y costumbres jurídicas de las provincias conquistadas. Como hicieron también con la Lengua y la Religión. Pero, al mismo tiempo, impusieron un Derecho Imperial y un Sistema Judicial dependiente de la Administración Cuzqueña.
   Según el Inca Garcilaso de la Vega las sanciones eran muy severas, “El castigo era riguroso porque la mayor parte era de muerte por liviano que fuese el delito”. Pero en esta pena de muerte había diferentes modalidades. La más común era la horca y el apedreamiento. La muerte por arrastre estaba reservada para los asesinos de Curacas y nobles. El descuartizamiento se aplicaba por faltas militares o contra la Panaca. La peor de todas las formas de muerte fue la hoguera. Era aplicada en casos extremos de sacrilegio, incluyendo los atentados contra el Inca. La muerte por hoguera significaba la desaparición total de su ser para un hombre, no podía haber momia de su cuerpo y no podría vivir en el otro mundo.
   Entre las penas menores estaba la flagelación y los golpes. Entre las más leves, la destrucción de sus propiedades, el corte de cabello y la vergüenza pública. En algún caso se aplicaba también la pena de trabajos forzados contra el esposo que mataba a su mujer adúltera. Hubo también penas de degradación social: La moral inca presenta sus propios caracteres que responden al estado particular de las condiciones de la vida material que le fueran actuantes. Que dichas condiciones corresponden al esclavismo-patriarcal, que es un tipo particular de organización social y económica, sujeto a un proceso histórico-natural.
  El esclavismo-patriarcal de los incas se presenta como un modo de producción históricamente determinado, un régimen de vida social de los hombres, que en el proceso de la producción de los bienes materiales se han asociado para la actividad productiva en común. En esta sociedad esclavista-patriarcal, los agricultores pro­ductores de los bienes indispensables de vida, son dominados por los orejones y curacas, que hacen recaer para sí, el trabajo exce­dente, el producto excedente. Este sobre trabajo lo hacían produ­cir bajo las formas de la renta del suelo en trabajo y en especies. En la forma de la renta del suelo en trabajo, el productor di­recto, el campesino indígena, para poder mantener el derecho al usufructo parcelario de la tierra, que de hecho o jurídicamente es­tá en su poder, tenía que trabajar un tiempo determinado, sin retribución alguna, las tierras del Sol y del Inca.
 En la sociedad inca, se manifiesta la propiedad privada mue­ble, pues cada familia campesina, era propietaria de su menaje e impedimenta; y por otra parte, realizaban el usufructo de la tierra que les era entregada "simbólicamente" todos los años por el Inca, que personificaba el poder dominante de los orejones y curacas. Estos se presentaban como terratenientes estatales, manteniendo el régimen de propiedad territorial del Estado. Esta característica históricamente determinada, es la que da el modo esclavista-patriarcal a la sociedad inca. Por tanto, la forma de propiedad territorial de los incas, cons­tituye una forma específica de esta clase de propiedad, la forma en que, mediante la acción del productor directo y de las relaciones esclavistas-patriarcales de producción, se convierte la tierra en pro­piedad de los orejones, y la agricultura explotada por pequeños campesinos como rama de la alimentación; y de que, el usufructo de la tierra se considera como una forma de las condiciones de pro­ducción para el productor directo, y la condición más favorable pa­ra sus dominadores. Así es, como el régimen esclavista-patriarcal de producción presupone, con carácter general, la supeditación en vida de los cam­pesinos respecto de la tierra y su sometimiento al Inca, que ex­plota la agricultura para obtener de ella sobre trabajo o producto excedente, con lo que mantiene su propia condición privilegiada.
  Es esta situación material, concreta, la que determina las normas morales incas. Por esto, los postulados jurídico-éticos que he­mos visto, constituyen elementos categóricos en un momento dado de la evolución histórica incásica. Ellos concuerdan necesariamen­te con una determinada fase del desarrollo económico, material. Como teoría moral, como postulados jurídicos, "Ama Sua, Ama Llulla, Ama Kella", constituyen no consejos de orden mera­mente moral, sino, imposiciones normativos que reflejan las rela­ciones de producción imperantes entre las fuerzas productivas y los hombres.
  No puede dudarse que tales principios jurídico-éticos, constituían expresiones fundamentales que respondían a las necesidades, de una moral e ideología de clase. En ningún caso podían estar por encima de sus intereses, ni traducir una realidad diferente. En el fondo, los postulados incas corresponden a la sociedad esclavista-patriarcal. Son ideas morales que se derivan" de las condi­ciones materiales, que traducen en su esencia, el contenido de un mundo real. Tanto las relaciones de propiedad, las relaciones entre las clases y, las relaciones de imperio y de subordinación que hemos descrito, corresponden al sistema esclavista-patriarcal, que se pre­cisa en el carácter de las mismas. Estas relaciones de producción son reflejadas directamente por las normas morales, que traducen las propias condiciones de la vida material de la sociedad inca.
  Mantenemos por esto el criterio, de que los lemas incas: "Ama Sua, Ama Lllulla, Ama Kj'ella", no son expresiones aisladas, arbi­trarias ni casuales. Son legítimos postulados que surgieron deter­minados por 'la situación real imperante en la formación esclavista patriarcal. Las normas morales de los incas no son sino la expresión ideal de las condiciones materiales, en las que, la vida social de un pue­blo, cristalizó su experiencia y sus realizaciones creadoras.

BIBLIOGRAFÌA:
ABUGATTAS, Juan     
2005                                   INDAGACIONES FILOSÒFICAS SOBRE NUESTRO FUTURO.
                                                   Fondo Editorial EAP de Filosofìa. Departamento de Filosofìa
                                                   UNMSM, Lima. 199 pàginas.
PACHECO, F. Juvenal:
1994                                           FILOSOFÍA INKA Y SU PROYECCIÓN AL FUTURO. Universidad  -
                                                   Nacional de San Antonio Abad del Cusco,  Perú. 332 páginas.                                               
RIVARA DE TUESTA, María Luisa
2000                                            PENSAMIENTO PREHISPÀNICO Y FILOSOFÌA COLONIAL 
                                                    EN EL PERÙ. Fondo de Cultura Económica, Lima. Tomo I - 359 páginas.
VALCARCEL, Gustavo    :
1965                                             PERÙ MURAL DE UN PUEBLO. Editora Perú Nuevo. Lima. 
                                                     416 páginas.
VALDIVIA CARRASCO, Julio César:
1975                                             EL IMPERIO ESCLAVISTA DE LOS INCAS. Chiclayo, 1975. Tomo I
                                                     352 páginas.





viernes, 17 de octubre de 2014

FILOSOFAR COMO UN PERRO

DIÓGENES DE SINOPE
                                                                 Por Michel Onfray
Diógenes fue entonces mi maestro, por lo menos un maestro que se niega a ser considerado como tal . Yo envidiaba esa vida sin cadenas, sin límites, esa existencia libre de un hombre que no manda y que sobre todo no quiere alguien que lo mande, que no es esclavo de nada ni de nadie, de ningún prejuicio; admiraba esa figura que no se ve censurada por ningún tipo de corrección política (una fórmula moderna para expresar algo bien viejo) y se propone llevar adelante la vida libre de un filósofo libre. 
Más adelante me gustaba que en las genealogías más viejas del pensamiento anarquista algunos historiadores se remonten hasta Diógenes. Intuyo un linaje que, vía La Boétie, mi otro gran hombre en el terreno político, alimenta a los siglos, y no solamente al siglo de oro de la anarquía, es decir el Siglo XIX. Que la anarquía haya podido concernir a tantos hombres desde el ágora de Sínope en que Diógenes lanzaba sus primeras bombitas de olor filosóficas, es algo que prefiero mucho más que adscribir al catecismo de los devotos de la anarquía que no saben abrir la boca sin que la cita de su autor termine con un "Alabado sea su nombre". Diógenes, entonces. Con frecuencia la vulgata resume un pensamiento, una obra en un puñado de tarjetas postales fáciles de enviar a un destinatario apurado y poco exigente. Primera tarjeta postal: el sabio mugriento que vive en un tonel del que sale a veces para masturbarse en la plaza pública.
El tonel inventado por los galos, le suma a la leyenda, pero en este caso se trataba más bien de un de un ánfora para aceite o vino. En cuanto a ese trabajo manual, sería una provocación; dicho de otra manera, y como lo prueba la etimología, es una invitación a -a reflexionar, pensar, cogitar, analizar, meditar, razonar...-. Aquí: en las raíces del pudor, en las razones de una interdicción singular sobre una práctica banal y generalizada, en la hipocresía de la moral social, en la oposición entre una práctica corriente en privado y reprobada en público por aquellos mismos que la llevan a cabo, etcétera. Primera lección: el filósofo desenmascara las quimeras, todas las quimeras. 
Segunda postal: el encuentro entre el filósofo cínico y el hombre poderoso. Alejandro Magno, al tanto de la célebre reputación del pensador, acude a su ánfora y le dice: "Soy todopoderoso, pídeme lo que quieras y lo tendrás". En un griego que debemos traducir a la lengua de hoy, Diógenes responde: "Lárgate, me haces sombra" -"Apártate, me tapas el sol", dicen manuales de la época en que todavía se aprendía griego....- Segunda lección: el verdadero poder es el poder sobre uno mismo. Cualquier otro es una tiranía injustificable. Tercera postal: Diógenes pasa sus días tratando de reducir sus necesidades a lo estrictamente indispensable. Sabe que cuanta menos se tiene, más libre se es. El inventor del decrecimiento se despoja de todo lo innecesario; no guarda más que un abrigo para protegerse de las inclemencias del tiempo, una alforja para guardar su jarro y un palo para alejar a los inoportunos. Un día ve a un niño intentando tomar agua de una fuente con su mano. Ofuscado por no haber pensado en ello antes, se saca de encima el recipiente inútil y que tanto lo incomodó durante años. Tercera lección: el dominio del deseo es todo el dominio, y define al mismo tiempo la libertad absoluta, el otro nombre de la autonomía.
Existe una multitud de otras tarjetas postales menos conocidas: Diógenes dando vueltas a la plaza mientras arrastra un arenque con una cuerda para invitar a la gente a deshacerse de la opinión de los otros; Diógenes recorriendo las calles con una linterna en búsqueda de un hombre, pero no en el sentido de "un verdadero hombre" sino, de acuerdo con un humor difícil de interpretar uno que fuera El Hombre de Platón, su enemigo idealista, es decir La Idea del Hombre; Diógenes lanzando un gallo desplumado a las piernas del mismo filósofo que definía al hombre como un "bípedo sin plumas" -lo que también era el volátil desplumado- Diógenes el comedor de carne cruda, de carne humana, que de esta manera protesta contra lo arbitrario de las prohibiciones.
Diógenes pidiendo limosna, para acostumbrarse así al rechazo; Diógenes escupiéndole en la cara a un hombre, el único lugar sucio que ha encontrado; Diógenes deseando que permitan a su cadáver pudrirse en un foso para que entiendan que después de la muerte no hay nada; y tantas otras anécdotas que, juntas, enseñan a llevar una vida filosófica...
Se trata de inventar modalidades existenciales cínicas en un mundo en el que las formas han cambiado, ¡y cómo!, pero en el que en el fondo sigue siendo el mismo: siempre existirán los señores importantes a los que hay que sonarles la nariz, los profesores ciruela, los poderosos arrogantes y los que compran filósofos tal como se compran esclavos, a los que hay que aclararles que preferimos el sol antes que sus luces artificiales, los que nos impiden vivir y que merecen una buena patada en el culo, los vendedores de falsas novedades, que deberíamos abofetear con urgencia...

13 de setiembre del 2013.
HERÁCLITO DE EFESO
(nac. ca. 544 [fl. 504 -501])
FRAGMENTOS
712 (22 B 1) S. E. Adv. Math. VII 132: «Aunque esta razón existe siempre, los hombres se tornan incapaces de comprenderla, tanto antes de oírla como una vez que la han oído. En efecto, aun cuando todo sucede según esta razón, parecen inexpertos al experimentar con palabras y acciones tales como las que yo describo, cuando distingo cada una según la naturaleza y muestro cómo es; pero a los demás hombres les pasan inadvertidas cuantas cosas hacen despiertos, del mismo modo que les pasan inadvertidas cuantas hacen mientras duermen',
713 (22 B 2) S. E.Adv. Math VII 133: «Por lo cual es necesario seguir a lo común; pero aunque la razón es común, la mayoría viven como si tuvieran una inteligencia particular».
714 (22 B 3) AECIO, II 21: «Heráclito dice que el tamaño del sol es «del ancho de un pie humano».
715 (22 B 4) ALB. MAG., De Veget. VI 401: Heráclito dijo que, si la felicidad estuviera en los placeres del cuerpo, diríamos «felices los bueyes cuando hallan arvejas amargas.»
716 (22 B 5) ARISTÓCR., Teos. 68: «En vano se purifican manchándose con sangre, como si alguien, tras sumergirse en el fango, con fango se limpiara: parecería haber enloquecido, si alguno de los hombres advirtiera de qué modo obra. Y hacen sus plegarias a ídolos, tal como si alguien se pusiera a conversar con casas, sin saber qué pueden ser dioses ni héroes».
717 (22 B 6) ARIST., Meteor, II 2, 355a: «El sol es nuevo cada día».
718 (22 B 7) ARIST. De Sent. V 443a: «Si todas las cosas se convirtieran en humo, las narices discernirían».
719 (22 B 8) ARIST., Ét. Nicóm, VIII 2, 1155b: «Todo sucede según discordia».
720 (22 B 9) ARIST., Ét, NicómX 5, 1176a: «Los asnos preferirían desperdicios antes que oro».
721 (22 B 10) Ps.-ARIST., De Mundo 5, 396b: «Acoplamientos: cosas íntegras y no íntegras, convergente divergente, consonante disonante, de todas las cosas Uno y Uno de todas las cosas».
722 (22 B 11) PS.-ARITST., De Mundo 6, 401a: «Todo animal es llevado a pastar con un golpe».
723 (22 B 12) ARIO DÍD. en EUS., Prep. Ev. XV 20: «Sobre quienes se bañan en los mismos ríos afluyen aguas distintas y otras distintas».
724 (22 B 13) CLEM., Protr92, 4: .Los cerdos se regocijan más en el cieno que en agua limpia».
725 (22 B 14) CLEM., Protr22, 2: «A los Bacantes que danzan de noche, magos y celebrantes de Dioniso., iniciados en los misterios» a unos los amenaza con lo que les sucederá tras la muerte, a otros les profetiza el fuego: «pues sacrílega es la iniciación en lo que pasa por misterios entre los hombres».
726 (22 B 15) CLEM. Protr34, 5: «Si no hicieran la procesión a Dioniso y cantaran el himno a las partes impúdicas, procederían del modo más irreverente, «pero son lo mismo Hades y Dioniso; por ello enloquecen y celebran Bacanales',
727 (22 B 16) CLEM., Pedag, II 99, 5: .«¿Cómo podría alguien ocultarse de lo que no se pone?».
728 (22 B 17) CLEM., StromII 8, 1: «La mayoría no comprende cosas tales como aquellas con que se encuentran, ni las conocen aunque se las hayan enseñado, sino que creen haberlas entendido por sí mismos».
729 (22 B 18) CLEM., StromII 17. «Si no se espera lo inesperado, no se lo hallará, dado lo inhallable y difícil de acceder que es».
730 (22 B 19) CLEM., StromII 24. «No saben escuchar ni hablar. .
731 (22 B 20) CLEM., Strom. III 14: «Una vez que nacen quieren vivir y tener su muerte», o más bien reposar, «y dejar tras sí hijos que generen muertes».
732 (22 B 21) CLEM., StromIII 21 : «Muerte es cuantas cosas vemos al despertar, sueño cuantas vemos al dormir».
733 (22 B 22) CLEM, StromIV 4: «Los que buscan oro excavan mucha tierra y encuentran poco».
734 (22 B 23) CLEM., Strom, IV 9: «No conocerían el nombre de Dike, si tales cosas no existieran».
735 (22 B 24) CLEM., StromIV 16: «A los caídos en la guerra», «los honran los dioses y los hombres».
736 (22 B 25) CLEM., StromIV 49: «Muertes más grandes obtienen suertes más grandes».
737 (22 B 26) CLEm., StromIV 141: «El hombre en la noche enciende para sí una luz, cuando», al morir, «se han apagado sus ojos; viviendo toca al muerto», al dormir, cuando se han apagado sus ojos, despierto toca al que duerme».
738 (22 B 27) CLEM., Strom, IV 144: «A los hombres que mueren les aguardan cosas que no esperan ni se imaginan».
739 (22 B 28) CLEM., StromV 9: «El más digno de fe conoce y custodia las cosas que le parece. Y no obstante, Dike condenará también a los procreadores y testigos de cosas falsas».
740 (22 B 29) CLEM., StromV 59: «Los mejores escogen una cosa en lugar de todas: gloria perpetua en lugar de cosas mortales; pero la mayoría es saciada como el ganado».
741 (22 B 30) CLEM., StromV 104-SIMPL., Del Cielo 294, 4: «Este mundo, el mismo para todos, ninguno de los dioses ni de los hombres lo ha hecho, sino que existió siempre, existe y existirá en tanto fuego siempre vivo, encendiéndose con medida y con medida apagándose».
742 (22 B 31) CLEM., Strom, V l05: «Fases del fuego: en primer lugar mar; del mar, la mitad tierra y la mitad torbellino ígneo». «El mar se dispersa y es medido con la misma razón que había antes de que se generase la tierra».
743 (22 B 32) CLEM., StromV 115: «Uno, lo único sabio, quiere y no quiere ser llamado con el nombre de Zeus».
744 (22 B 33) CLEM., StromV 115: «Es ley, también, obedecer la voluntad de lo Uno».
745 (22 B 34) CLEM., StromV 115: «Incapaces de comprender tras escuchar, se asemejan a sordos; de ellos da testimonio el proverbio: aunque estén presentes, están ausentes».
746 (22 B 36) CLEM., Strom, VI 17: «Para las almas es muerte convertirse en agua; para el agua es muerte convertirse en tierra; pero de la tierra nace el agua y del agua el alma».
747 (22 B 37) COLUM., VIII 4: «Los cerdos se lavan en el cieno, las aves de corral en el polvo o cenizas».
748 (22 B 39) D. L., I 88: «En Priena nació Bías de Teutameo, cuya valía era mayor que la de los demás».
749 (22 B 40) D. L., IX 1: «Mucha erudición no enseña comprensión; si no, se la habría enseñado a Hesíodo y a Pitágoras y, a su turno, tanto a Jenófanes como a Hecateo».
750 (22 B 41) D. L, IX 1: «Una sola cosa es lo sabio: conocer la Inteligencia que guía todas las cosas a través de todas».
751 (22 B 42) D. L., IX 1: «Homero es digno de ser expulsado de las competiciones y azotado; y Arquíloco, de modo similar».
752 (22 B 43) D. L., IX 2: «La desmesura debe ser apagada más que un incendio.»
753 (22 B 44) D. L., IX 2: «El pueblo debe combatir más por la ley que por los muros de su ciudad».
754 (22 B 45) D, L., IX 7: «Los límites del alma no los hallarás andando, cualquiera sea el camino que recorras; tan profundo es su fundamento».
755 (22 B 47) D. L., IX 73: «No hagamos conjeturas al azar acerca de las cosas supremas».
756 (22 B 48) Etym. Magn. 198, 23: «Nombre del arco es vida; su función es muerte».
757 (22 B 49) GAL., De dign. puls. VIII 773: «Uno solo es para mí como miles, si es el mejor».
758 (22 B 50) HIPÓL., IX 9, 1: «Cuando se escucha, no a mí, sino a la Razón, es sabio convenir en que todas las cosas son una».
759 (22 B 51) HIPÓL., IX 9, 2: «No entienden cómo, al diverger, se converge consigo mismo: armonía propia del tender en direcciones opuestas, como la del arco y de la lira».
760 (22 B 52) HIPÓL., IX 9, 4: «El tiempo es un niño que juega, buscando dificultar los movimientos del otro: reinado de un niño».
761 (22 B 53) HIPÓL., IX 9, 4: «Guerra es padre de todos, rey de todos: a unos ha acreditado como dioses, a otros como hombres; a unos ha hecho esclavos, a otros libres».
762 (22 B 54) HIPÓL., IX 9, 5: «La armonía invisible vale más que la visible».
763 (22 B 55) HIPÓL., IX 9, 5: «De cuantas cosas hay vista, audición, aprendizaje, a ellas prefiero».
764 (22 B 56) HIPÓL., IX 9, 5: .Se equivocan los hombres respecto del conocimiento de las cosas manifiestas, como Homero, quien pasó por ser el más sabio de todos los griegos. A éste, en efecto, lo engañaron unos niños que mataban piojos y le decían: cuantos vimos y cogimos, a ésos los dejamos; cuantos no vimos ni cogimos, a ésos los llevamos».
765 (22 B 57) HIPÓL., IX 10, 2: «Maestro de muchos es Hesíodo: consideran que sabe muchas cosas éste, quien no conoció el día y la noche, ya que son una sola cosa».
766 (22 B 58) HIPÓL., IX 10, 2-3: «Los médicos, que cortan y queman», reclaman por no recibir salario digno», pero producen lo mismo «que las enfennedades».
767 (22 B 59) HIPÓL., IX 10, 4: «El camino recto y curvo del rodillo de cardar es uno y el mismo».
768 (22 B 60) HIPÓL., IX 10, 4: «El camino hacia arriba y hacia abajo es uno y el mismo».
769 (22 B 61) HIPÓL., IX 10, 5: «El mar es el agua más pura y más contaminada: para los peces es potable y saludable; para los hombres, impotable y mortífera».
770 (22 B 62) HIPÓL., IX 10, 6: «Inmortales mortales, mortales inmortales, viviendo la muerte de aquéllos, muriendo la vida de éstos».
771 (22 B 63) HIPÓL., IX 10, 6: «Se levantan y se convierten en guardianes despiertos de vivos y de muertos».
772 (22 B 64) HIPÓL., IX 10, 7: «Todas las cosas las gobierna el Rayo».
773 (22 B 65) HIPÓL., IX 10, 7: «Indigencia y saciedad» .
774 (22 B 66) HIPÓL., IX 10, 7: «A todas las cosas, al llegar el fuego, las juzga y condena».
775 (22 B 67) HIPÓL., IX 10, 8: «El dios: día noche, verano invierno, guerra paz, saciedad hambre; se transforma como fuego que, cuando se mezcla con especias, es denominado según el aroma de cada una».
776 (22 B 72) MARCO ANTON., IV 46: «De aquello con lo cual más continuamente están juntos divergen ».
777 (22 B 73) MARCO ANTON., IV 46: «No se debe hacer ni decir como los que duermen».
778 (22 B 75) MARCO ANTON., IV 46: «Los que duermen son hacedores y colaboradores de lo que sucede en el mundo».
779 (22 B 78) ORÍG., C. Celso VI 12: «El carácter humano no cuenta con pensamientos inteligentes, el divino sí».
780 (22 B 79) ORÍG., C. Celso VI 12: «El hombre puede ser llamado niño frente a la divinidad, tal como el niño frente al hombre».
781 (22 B 80) ORÍG., C. Celso VI 42: «Es necesario saber que la Guerra es común, y la justicia discordia, y que todo.sucede según discordia y necesidad».
782 (22 B 81) FILód., Ret, I, cols. 57 y 62: (Pitágoras) «iniciador de fraudes».
783 (22 B 82-83) PLATÓN, H. Mayor 289a-b: «El más bello de los monos, al compararlo con la especie de los hombres, es feo», pero también «el más sabio de los hombres en relación con Dios parece un mono tanto en sabiduría como en belleza y en todo lo demás».
784 (22 B 84a) PLOT., IV 8, 1: «Cambiando se descansa».
785 (22 B 84b) PLOT., IV 8, 1: «Es fatiga esforzarse para otros y ser mandado».
786 (22 B 85) PLUT., Coriol22: «Difícil es combatir con el corazón: pues lo que desea se compra al precio de la vida».
787 (22 B 86) PLUT., Coriol, 38: La mayoría de las cosas divinas «escapan al conocimiento por falta de fe».
788 (22 B 87) PLUT., De aud., 41a: «Un hombre estúpido suele excitarse con cualquier palabra».
789 (22 B 88) PLUT., Consol. ad Apoll. 106e: «Como una misma cosa está en nosotros lo viviente y lo muerto, así como lo despierto y lo dormido, lo joven y lo viejo; pues éstos, al cambiar, son aquéllos, y aquéllos, al cambiar, son éstos».
790 (22 B 89) PLUT., De superst. 166c: «Para los despiertos hay un mundo único y común, mientras que cada uno de los que duermen se vuelve hacia uno particular».
791 (22 B 90) PLUT., De E 388e: «Con el fuego tienen intercambio todas las cosas y con todas las cosas el fuego, tal como con el oro las mercancías y con las mercancías el oro».
792 (22 B 91) PLUT., De E. 392b: «Se desparrama y se recoge», «confluye y abandona», «se acerca y se aleja».
793 (22 B 92) PLUT., De Pyth. Or. 397a: «La Sibila, con su boca delirante, profiere palabras lúgubres».
794 (22 B 93) PLUT., De Pyth. Or. 400d-e: «El Señor, cuyo oráculo está en Delfos, no dice ni oculta, sino indica por medio de signos».
795 (22 B 94) PLUT., De Exil. 604a: «El sol no traspasará sus medidas; si no, las Erinias, asistentes de Dike, lo descubrirán».
796 (22 B 95) PLUT., De aud., 43d: «La ignorancia es mejor disimularla».
797 (22 B 96) PLUT., Quaest. Conviv., 1V 668f: «Los cadáveres deberían ser arrojados al estiércol».
798 (22 B 97) PLUT., An seni, resp., 787c: «Los perros ladran al que no conocen».
799 (22 B 98) PLUT., De fac. in orbe lun. 943d: «Las almas tienen olfato bajo el Hades».
800 (22 B 99) PLUT., Aq. an ign. util., 957a: «Si no hubiera sol, sería de noche».
801 (22 B 100) PLUT., Plat. Quaest. 1007d: «las estaciones llevan todas las cosas».
802 (22 B 101) PLUT., Adv. Colot., 1118c: «Me investigué a mí mismo».
803 (22 B 101a) POLIB., XII 27. «Los ojos son testigos más exactos que los oídos».
804 (22 B 102) PORF., Cuest. Hom. a Il., 1V 4: «Para el dios todas las cosas son bellas y justas, mientras los hombres han supuesto que unas son injustas y otras justas».
805 (22 B 103) PORF., Cuest. Hom. a Il., XVIII 200: «Común es el comienzo y el fin en la circunferencia de un círculo».
806 (22 B 104) PROCLO, Alc. May., pág, 255: «¿Qué es lo que comprenden o se proponen? ¿Hacen caso a los aedos del pueblo y toman como maestro a la masa, ignorando que muchos son los malos, pocos los buenos?».
807 (22 B l05) Esc. a Il. XVIII 251: «Homero, astrólogo»,
808 (22 B 106) PLUT., Cam. 19: «La naturaleza de cada día es única».
809 (22 B 107) S. E., Adv, Math. VII 126: «Malos testigos son para los hombres los ojos y los oídos cuando se tienen almas bárbaras».
810 (22 B 108) ESTOB., Flor., III 1, 174: «De cuantos he escuchado discursos, ninguno llega hasta el punto de comprender que lo Sabio es distinto de todas las cosas».
811 (22 B 110) ESTOB., Flor. III 1, 176: «Para los hombres no sería mejor que sucedieran cuantas cosas quieren».
812 (22 B 111) ESTOB., Flor. III 1, 177. «La enfermedad hace a la salud agradable y buena; el hambre, a la saciedad; la fatiga, al reposo».
813 (22 B 112) ESTOB., Flor. III 1, 178: «El comprender es la suprema perfección, y la verdadera sabiduría hablar y obrar según la naturaleza, estando atentos».
814 (22 B 114) ESTOB., Flor. III 1, 179: «Es necesario que los que hablan con inteligencia confíen en lo común a todos, tal como un Estado en su ley, y con mucha mayor confianza aún; en efecto, todas las leyes se nutren de una sola, la divina».
815 (22 B 117) ESTOB., Flor. III 5, 7: «Cuando el hombre se embriaga, se tambalea y es conducido por un niño impúber, sin atender por dónde va, al tener su alma húmeda».
816 (22 B 118) ESTOB., Flor. III 5, 8: «El alma seca es la más sabia y la mejor».
817 (22 B 119) ESTOB., Flor. IV 40, 23: «El carácter es para el hombre su demonio».
818 (22 B 120) ESTR., 1 6: «Los límites del amanecer y del atardecer, la Osa y, opuesto a la Osa, el término del brillante Zeus».
819 (22 B 121) ESTR., XIV 25: «Merecerían los efesios ser ahorcados todos los que ya no son niños, y abandonar en la ciudad a los que aún son niños, porque desterraron a Hermodoro, el varón más útil entre ellos, diciendo: 'Que ninguno de nosotros sea el único más útil; si no, que lo sea en otro lado junto a otros'».
820 (22 B 122) Suda: (Ponerse aparte) «Ponerse al lado».
821 (22 B 123) TEM., Discursos V 69: «A la naturaleza le place ocultarse».
822 (22 B 124) TEOFR., Met. 7a: «El más bello omamento es como un montón de desperdicios echados al voleo».
823 (22 B 125) TEOFR., De vertig., 9: «También la bebida de cebada se descompone si no se mueve».
824 (22 B 125a) TZETZES, Com. a Aristóf, Plut. 90a: «Que no os falte la riqueza, oh Efesios, para que se os pueda condenar por ser malvados».
825 (22 B 126) TZETZES, Escolio a Exég., II, 11 : «Las cosas frías se calientan, lo caliente se enfría, lo húmedo se seca, lo reseco se humedece».
826 (22 B 129) D. L., VIII 6: Pitágoras, hijo de Mnesarco, se ejercitó en informarse más que los demás hombres, y con lo que extrajo de esos escritos formó su propia sabiduría: mucha erudición, arte de plagiarios.

  LA CRISIS FILOSÓFICA (* )                                                         José Carlos Mariáte...